jueves, 28 de enero de 2010

PUNTO DE ACUERDO RELATIVO A LA AUSTERIDAD EN EL EJERCICIO DEL PRESUPUESTO DE LA CÁMARA DE SENADORES


Los suscritos, Sen. Jesús Garibay García, Rosalinda López Hernández y Sen. José Luis Máximo García Zalvidea, Senadores integrantes del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática a la LXI Legislatura, con fundamento en los artículos 58 y 59 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, sometemos a la consideración de esta soberanía, con carácter de urgente u obvia resolución, la presente proposición con Punto de Acuerdo, al tenor de las siguientes:

CONSIDERACIONES
En el último año, los discursos de la clase política de nuestro país han resaltado, en forma recurrente, el impacto tan severo que asestó a la economía nacional la actual crisis financiera internacional.

Las preocupaciones manifestadas sobre la vulnerabilidad de nuestra economía y, de manera particular, de las finanzas públicas, han ido acompañadas de exhortos o llamados a todos los sectores de la sociedad mexicana a realizar, nuevamente, un esfuerzo para hacerle frente a una crisis económica que ha profundizado la pobreza y el desempleo, a pesar de las diversas decisiones adoptadas para tratar de reducir sus efectos.

Aunado a los llamados de alerta a las familias mexicanas a ser prudentes y ahorrar para enfrentar cualquier contingencia, en fecha reciente el Congreso de la Unión aprobó nuevas medidas fiscales que incrementarán la carga impositiva al contribuyente cautivo y a los sectores más desprotegidos de la sociedad.

Si bien los argumentos utilizados para ajustar las tasas impositivas fueron la menor recaudación de ingresos tributarios por efectos de la crisis, así como la reducción en el precio y en la plataforma de extracción y exportación de petróleo, poco se ha hecho para modificar el modelo de financiamiento público sustentado en gran parte sobre la renta petrolera, así como para reducir el gasto de operación del gobierno.

Al igual que en otras ocasiones, con las recientes modificaciones tributarias, se hace nuevamente el compromiso de ejercer con mayor transparencia y racionalidad los millonarios recursos aprobados por la colegisladora. Vemos, por ejemplo, cómo en el Presupuesto de Egresos de la Federación se introducen disposiciones de austeridad, de ajuste del gasto corriente y de mejora y modernización de la gestión pública, como para compensar el esfuerzo que se le exige al ciudadano de mayor austeridad y mayor contribución al gasto público.
No obstante, poco se hace por obligar a los tres poderes del Estado y a las entidades federativas, a realizar un verdadero esfuerzo por reducir el gasto administrativo y de operación, y en verdad acompañar al ciudadano en el sacrificio que cada año se le reclama.

Como legisladores tenemos la obligación de instar o exigirle al Gobierno Federal a que reduzca su gasto corriente antes de pedirles a los ciudadanos más austeridad y sacrificio. Estamos obligados a predicar con el ejemplo. En su carácter de ejecutor de gasto, el Congreso de la Unión debe hacer esfuerzo por generar ahorros que pudieran ser destinados a infraestructura y programas prioritarios.

En distintas ocasiones en esta tribuna hemos exhortado y exigido a otros órganos del Estado a ejercer con transparencia, responsabilidad y austeridad los recursos presupuestales millonarios que año con año destina la Cámara de Diputados para sufragar el gasto público federal.

De igual forma, en los últimos años, el Congreso de la Unión ha emitido diversas disposiciones legales que tienen por objeto incrementar la rendición de cuentas, la racionalidad y la transparencia en el ejercicio de los recursos presupuestales por parte de los tres niveles de gobierno.

No obstante, el Poder Legislativo, en su carácter de ejecutor de gasto, no ha logrado, al interior, aplicar con rigidez las medidas de transparencia y austeridad que pregona y exige para los demás órganos del Estado.

En este sentido, y ante la crítica situación económica que vive el país y del constante sacrificio que se le exige al ciudadano, es el momento de que en el Senado de la República, los legisladores comencemos por superar esa omisión y asumamos una actitud ejemplar para liberar recursos económicos que puedan ser destinados al desarrollo nacional.

El actual momento económico exige de nosotros compromisos inmediatos para formular y ejercer un presupuesto con el criterio de máxima austeridad.

Si comparamos los recursos económicos que pueden liberarse con la disminución del gasto de operación de la administración pública federal, el esfuerzo que haríamos en el Senado de la República parecería mínimo, sin embargo, lo importante es que tenemos la oportunidad de mostrar nuestra voluntad para impulsar acciones en pro de la austeridad, mejorando con ello la percepción de la ciudadanía por lo menos hacia el Poder Legislativo, toda vez que la desconfianza ciudadana a las instituciones públicas y la política, en mucho se relaciona con el manejo discrecional e irracional del dinero público.

Con la presente proposición no pretendemos que las medidas propuestas se conviertan en camisa de fuerza o que después sirvan de pretexto para justificar la poca productividad legislativa, la intención, reiteramos, es convocar desde el Senado a la austeridad y disciplina presupuestal, sin afectar, en este caso, las actividades relativas al trabajo legislativo.

Es el caso de la diplomacia parlamentaria, ámbito de competencia que constituye una de las esferas más importante del trabajo político y legislativo de las y los senadores de la república.

A través de nuestros vínculos y nuestros intercambios con legisladores de otros países, enriquecemos nuestro quehacer y reforzamos los grandes objetivos de la política exterior de nuestro país.

Sin embargo, es menester reconocer que los viajes internacionales, individuales o de numerosas delegaciones, no siempre derivan en una aportación para el país y casi siempre se convierten en cargas bastante onerosas para el presupuesto de la Cámara y, por ende, de los mexicanos.

En este contexto, y tomando en cuenta que la situación nacional e internacional nos obliga a replantear toda estrategia de gasto, ponemos a su consideración la siguiente propuesta, con el objeto de contribuir al diseño de un ejercicio más austero y republicano acorde a los tiempos de crisis.

Por lo anteriormente expuesto, sometemos a la consideración de esta soberanía el siguiente:

Punto de Acuerdo
Primero.- Para el ejercicio del presupuesto del año 2010 de la Cámara de Senadores, la Mesa Directiva del Senado de la República tomará las medidas pertinentes dirigidas a racionalizar el gasto destinado a las actividades parlamentarias, técnicas y administrativas, sin poner en riesgo el normal desarrollo de su función sustantiva y sin afectar, en su caso, el cumplimiento de las metas de carácter legislativo.

Segundo.- La Mesa Directiva deberá informar mensualmente al Pleno del Senado de la República sobre los ahorros que se generen como resultado de la aplicación de las medidas de racionalización del gasto previstas en el programa que para tal efecto se establezca.

Tercero.- Se instruye a la Mesa Directiva a poner en marcha durante el ejercicio fiscal del año 2010, las medidas pertinentes que permitan reducir en un 50 % con relación al año 2009, los gastos vinculados a viajes internacionales de las y los Senadores de la República, debiendo informar al pleno, en forma mensual, sobre los recursos asignados y ejecutados por este concepto.
SUSCRIBEN
Sen. José Luis Máximo García Zalvidea
Sen. Jesús Garibay García
Sen. Rosalinda López Hernández

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