El suscrito, Senador JOSÉ LUIS MÁXIMO GARCÍA ZALVIDEA, integrante del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática a la LXI Legislatura del H. Congreso de la Unión, con fundamento en lo dispuesto por los artículos 58 y 59 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, someto a la consideración de esta Asamblea la siguiente Proposición con Punto de Acuerdo, al tenor de las siguientes:
CONSIDERACIONES
En los últimos días, las lluvias generadas por el paso del Huracán Ida por Centroamérica han derivado en una verdadera tragedia regional. Cientos de vidas, decenas de desaparecidos, miles de damnificados e incuantificables daños materiales, son sólo algunos de los saldos más lamentables que ha tenido este nuevo fenómeno meteorológico en una nación hermana como El Salvador.
Según informes del Sistema de Protección Civil de El Salvador, las torrenciales lluvias han dejado 144 muertos y más de trece mil personas damnificadas distribuidas en 119 albergues acondicionados en los departamentos de San Salvador, La Libertad, Cuscatlán, San Vicente, La Paz, Cabañas y Usulután.
Según informes del Sistema de Protección Civil de El Salvador, las torrenciales lluvias han dejado 144 muertos y más de trece mil personas damnificadas distribuidas en 119 albergues acondicionados en los departamentos de San Salvador, La Libertad, Cuscatlán, San Vicente, La Paz, Cabañas y Usulután.
37 municipios salvadoreños quedaron aislados e incomunicados por los derrumbes. Los equipos de rescate aún remueven toneladas de escombros en busca de personas enterradas. Según las evaluaciones preliminares, 14 puentes colapsaron y otros diez presentan algún grado de afectación; asimismo, otras 167 obras viales, tales como túneles, pasos a desnivel e importantes tramos de carretera presentan severos daños.
De igual forma, más de dos mil viviendas quedaron dañadas y cientos de ellas fueron totalmente destruidas. Según estimaciones del Ministerio de Obras Públicas de El Salvador, la reparación o reconstrucción de la infraestructura costará más de 80 millones de dólares.
Como es normal en este tipo de desgracias, las autoridades del Ministerio de Salud han comenzado a adoptar medidas para garantizar la salud pública y prevenir eventuales brotes epidemiológicos en los albergues improvisados en escuelas, casas comunales e iglesias.
En este desafortunado contexto, estimo oportuno que esta soberanía externe su más sincero pesar y haga patente su solidaridad con el pueblo y el gobierno de El Salvador.
El gobierno mexicano, en el marco del Grupo de Río, ha hecho ya un pronunciamiento expresando sus condolencias a las decenas de familias que han sufrido la pérdida de seres queridos en las comunidades afectadas; anunciando al mismo tiempo su disposición para coadyuvar en los esfuerzos del Gobierno del Presidente Mauricio Funes para hacer frente a los devastadores efectos de la naturaleza.
Por lo tanto, el que esta soberanía emita un pronunciamiento solidario hacia una nación hermana en una situación de desgracia como la que hoy atraviesa El Salvador, sin duda representaría una muestra invaluable e inconfundible de nuestro respeto y aprecio por nuestros hermanos centroamericanos.
No debemos olvidar que es en la adversidad en donde los hombres y los pueblos conocen realmente a sus amigos. Ojalá que esta tragedia nos invite nuevamente a reflexionar sobre la importancia de redefinir nuestra interacción con el medio ambiente y nos impulse a avanzar en la construcción y consolidación de esquemas regionales de prevención y atención de desastres naturales.
Por todo lo anteriormente expuesto, me permito poner a su consideración el siguiente:
PUNTO DE ACUERDO
ÚNICO.- El Senado de la República externa sus condolencias y su más profunda solidaridad al Pueblo y al Gobierno de El Salvador ante las sensibles pérdidas y los cuantiosos daños ocasionados por las intensas lluvias registradas en los últimos días a consecuencia del Huracán Ida.
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