Los que suscriben, Diputado Humberto Zazueta Aguilar, a nombre propio y de los senadores José Luis Máximo García Zalvidea, Rubén Velázquez López, Lázaro Mazón Alonso, Francisco Javier Castellón Fonseca y Carlos Sotelo García, integrantes de la LX Legislatura del H. Congreso de la Unión, con fundamento en lo dispuesto en los artículos 58, 59 y 60 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, somete a la consideración del Pleno de esta Comisión Permanente la siguiente proposición con Punto de Acuerdo, al tenor de las siguientes
Consideraciones
El pasado domingo la cúpula militar hondureña dio un golpe de Estado contra el presidente constitucional de aquella nación, Manuel Zelaya. Lo anterior ha generado una crisis institucional profunda que amenaza con agravarse de no tomarse medidas concretas por parte de la comunidad regional.
El presidente Zelaya promovió la realización de una encuesta nacional en favor de la colocación de una cuarta urna en las elecciones generales del 29 de noviembre -junto a las urnas para elegir presidente, diputados y alcaldes- para que la gente decidiera si se convocaba a una asamblea constituyente que aprobara una nueva Constitución para Honduras. Esta propuesta no es vinculatoria para ningún órgano del Estado hondureño.
Debido a lo anterior, el presidente Zelaya fue centro de una serie de ataques y de una fuerte oposición de los sectores vinculados a la derecha hondureña, incluidos los grandes empresarios, la iglesia católica y el sector militar. Los opositores y algunos tribunales han buscado interpretar la propuesta de Zelaya como una “abierta provocación y un gran desafío a la Constitución” y han tratado de hacer creer a la población de un intervencionismo extranjero de los presidentes Hugo Chávez, de Venezuela y Daniel Ortega de Nicaragua. Uno de los más furiosos impugnadores de la medida de Zelaya fue el hasta entonces presidente del Congreso hondureño, Roberto Micheletti, perteneciente al mismo Partido Liberal y que perdiera las elecciones internas para obtener la candidatura presidencial de Honduras.
El pasado miércoles 26 de junio, Zelaya destituyó de su cargo al jefe del Estado Mayor Conjunto, general Romeo Vásquez y aceptó la renuncia al ministro de Defensa, Edmundo Orellana. Vásquez fue destituido tras la decisión de la cúpula militar de negarse a trasladar las urnas para la realización de la consulta popular del domingo.
Al día siguiente, la Corte Suprema de Justicia de Honduras ordenó la restitución en su cargo del jefe del Estado Mayor Conjunto. La magistrada de la máxima instancia judicial aceptó los recursos de amparo a favor del jefe de la cúpula militar. Por su parte, el Congreso Nacional también rechazó mediante un decreto este jueves la decisión de Zelaya. La Fiscalía también rechazó apoyar la consulta, la cual fue calificada como ilegal.
El pasado domingo, en horas de la madrugada, el presidente Zelaya fue detenido por soldados encapuchados, quienes lo condujeron al aeropuerto y lo trasladaron a Costa Rica, decretándose así el golpe de Estado que ya se avecinaba. Todos los canales de televisión salieron del aire. Se suspendió el suministro de energía eléctrica.
Horas después, fue instalado en sesión extraordinaria el Congreso hondureño; se dio a conocer una comunicación supuestamente firmada por el presidente Zelaya en la que renunciaba al cargo. Momentos después se invistió a Roberto Micheletti, presidente del Congreso, como presidente interino de Honduras. Los diputados que asistieron a la sesión acusaron a Zelaya de violar la Constitución y alabaron la actuación de los militares. Tanto la Corte Suprema como el Tribunal Supremo Electoral manifestaban su respaldo a los militares.
El golpe de Estado ha sido ampliamente condenado por la comunidad internacional. Elgobierno mexicano expresó su “profunda preocupación por la detención del presidente Zelaya y su traslado por la fuerza a Costa Rica” y manifestó su disposición a colaborar para construir vías de diálogo. Además, pidió “que se permita el regreso del presidente Manuel Zelaya a Honduras” e instó “a todas las partes involucradas para que se restablezcan a la brevedad el estado de derecho, la institucionalidad y los valores democráticos”.
En el mismo sentido, el presidente estadounidense Barack Obama manifestó su profunda preocupación por la detención y expulsión del presidente Zelaya. En un comunicado solicitó que “todas las tensiones y disputas existentes sean resueltas pacíficamente, mediante el diálogo libre de toda interferencia del exterior”. Por su parte, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, emitió una declaración más firme, al aseverar que la acción realizada contra Zelaya viola los preceptos de la Carta Democrática Interamericana, y por lo que debería ser condenada por todos.
El secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-Moon, expresó su firme respaldo a las instituciones democráticas de Honduras y exigió la restitución de los representantes democráticamente electos del país y el total respeto a los derechos humanos, incluyendo garantías para la seguridad del presidente Zelaya, miembros de su familia y su gobierno. La Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) celebró hoy una sesión de urgencia para condenar en forma unánime el golpe de Estado en Honduras, y llamó a la comunidad internacional a no reconocer otro gobierno en el país centroamericano que no sea el del presidente Manuel Zelaya.
El presidente Zelaya ha recibido el apoyo de todos los organismos y foros latinoamericanos, que denunciaron el golpe de Estado en la nación centroamericana. La Organización de Estados Americanos (OEA) también repudió al gobierno golpista y demandó la restitución inmediata del gobierno constitucional. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), exigió aclarar el paradero de varios miembros del gabinete del mandatario constitucional quienes se encuentran desaparecidos. La Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), conformada por Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela, condenó el secuestro de Zelaya, y afirmó que no reconocerá a ningún gobierno que no sea el legal y legítimamente elegido, al exigir el restablecimiento de la democracia.
El Grupo de Río también condenó enérgicamente el golpe de Estado que “ha interrumpido el orden constitucional y democrático en Honduras”. El mecanismo de concertación política “rechaza el uso de la fuerza armada en la detención arbitraria del jefe del Ejecutivo y demanda la restitución inmediata e incondicional de Zelaya.”
El proclamado presidente de Honduras interino, Roberto Micheletti, ha señalado que “gobernará pese a la oposición internacional” y que espera que la comunidad internacional “comprenda por qué los militares y el Congreso se unieron para destituirlo del cargo”. Asimismo, ha manifestado que de regresar Zelaya será apresado. Ha negado que se trate de un golpe de Estado, “es una sucesión constitucional por las intenciones del ex presidente Manuel Zelaya de llevar al país a situaciones críticas con una enorme irresponsabilidad”, afirmó Micheletti, quien además nombró ayer a los primeros miembros de su gabinete.
Los representantes de los 19 países que integran el Grupo de Río, cuya presidencia temporal recae en México, instaron a la OEA a adoptar “soluciones drásticas” para restablecer la vida democrática de Honduras y reinstalar a Zelaya en la presidencia. Además pidieron a las Fuerzas Armadas Hondureñas subordinarse a su comandante en jefe y presidente.
El Sistema de Integración de Centroamérica, presidido por el nicaragüense Daniel Ortega logró un consenso entre Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Panamá, Belice, Nicaragua y República Dominicana para presionar por distintas vías a los golpistas, llamando a consulta a sus embajadores, así como pedirle al Banco Centroamericano de Integración suspender los préstamos y todo tipo de desembolsos, además de cualquier relación con el gobierno de facto en lo político, financiero, cultural y de cooperación.
Dichos países adoptaron una medida similar a la acordada por la Alianza Bolivariana de las Américas, integrada por Venezuela, Bolivia, Ecuador, Cuba, Antigua y San Vicente —grupo que además anunció el retiro de sus embajadores— dado que Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua decidieron bloquear fronteras comerciales por 48 horas
El gobierno de México resolvió ayer retirar a su embajador de Honduras en consonancia con las medidas de presión anunciadas por los países de Centroamérica, la ALBA y el Grupo de Río para revertir el golpe militar contra el presidente Manuel Zelaya el pasado domingo.
Por su parte, Zelaya ha anunciado que el próximo jueves regresará a Honduras para recuperar el poder.
América Latina no se puede permitir caer de nuevo en la tentación autoritaria de la derecha golpista que tanta sangre ha derramado en el continente y debe redoblar esfuerzos para garantizar el retorno de Zelaya como presidente constitucional.
México, por su parte, debe jugar un papel relevante en la resolución de la crisis en Honduras debido a su posición estratégica y al liderazgo que juega en la región de Centroamérica.
Por las consideraciones previamente expuestas someto a la consideración de esta Asamblea el siguiente
PUNTO DE ACUERDO
PRIMERO.
La Comisión Permanente del H. Congreso de la Unión condena energéticamente el golpe de Estado llevado a cabo en la República de Honduras el pasado domingo 29 de junio.
SEGUNDO.- La Comisión Permanente del Congreso de la Unión hace votos para que las tensiones y disputas que existen entre los hondureños se resuelvan por vías institucionales y pacíficas, deseando a la vez, que cesen las represalias en contra de la sociedad civil, y se restablezca la paz y la normalidad democrática lo antes posible.
TERCERO.- La Comisión Permanente del H. Congreso de la Unión solicita a la Secretaría de Relaciones Exteriores remita a la brevedad a esta soberanía un informe detallado acerca de las medidas que ha tomado y tomará el gobierno mexicano para dar cumplimiento a la resolución sobre la situación actual en Honduras (953 - 1700/09), aprobada por el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) en sesión celebrada el 28 de junio de 2009; así como para garantizar la participación de México en la instrumentación de los acuerdos alcanzados durante las reuniones privadas de mandatarios que han tenido lugar en el marco de los trabajos previos a la 34 reunión del Sistema de Integración Centroamericano (SICA).
CUARTO. Hace una respetuosa solicitud al presidente Felipe Calderón para acompañar físicamente al presidente Manuel Zelaya de regreso a Honduras con el fin de retomar la presidencia constitucional de aquella nación, como una muestra de amistad y solidaridad de nuestro país con las naciones de la región.
SUSCRIBEN
Dip. Jesús Humberto Zazueta Aguilar
Sen. José Luis Máximo García Zalvidea
Sen. Rubén Velázquez López
Sen. Lázaro Mazón Alonso
Sen. Francisco Javier Castellón Fonseca
Sen. Carlos Sotelo García