Los suscritos senadores José Luis Máximo García Zalvidea, Carlos Sotelo García, Silvano Aureoles Conejo, Jesús Garibay García, Rubén Velázquez López, José Guadarrama Márquez, integrantes del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática en la LX Legislatura del H. Senado de la República, en ejercicio de la facultad que me confieren los artículos 67 numeral 1 inciso b de la Ley Orgánica del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, así como el artículo 58 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, someto a la consideración de la Comisión Permanente del H. Congreso de la Unión, la siguiente PROPOSICIÓN CON PUNTO DE ACUERDO CON RELACIÓN A LA CONSTRUCCIÓN DE LA TERMINAL DE ALMACENAMIENTO Y REGASIFICACIÓN DE GAS NATURAL LICUADO DE MANZANILLO, COLIMA, de conformidad a las siguientes
CONSIDERACIONES
Los humedales son sistemas dinámicos que cambian sin cesar en forma natural como resultado del aporte de sedimentos de las áreas adyacentes, de la subsidencia -hundimiento del fondo- del clima extremo y, en el caso de los costeros, del incremento del nivel del mar; todo esto acelerado por las actividades humanas.
Anteriormente, los humedales eran considerados tierras inútiles, lugares inhóspitos y sin valor económico. Ello condujo a su mal manejo, azolvamiento, rellenado, modificación de su circulación, e incluso desaparición. No fue sino hasta hace pocos años que se empezó a darles atención por su valor ecológico y a pensar en su conservación.
Se ha estimado que a nivel mundial los humedales cubren una extensión de 7 a 9 millones de kilómetros cuadrados; sin embargo, diariamente disminuye esta superficie por las necesidades humanas de espacio y recursos. Existe actualmente un elevado número de países que han adoptado la política de poner coto a la destrucción y degradación de los humedales, reconociendo que deben utilizarse en forma sostenible con tendencia a la conservación.
México poseía apenas el 0.6% de total mundial de humedales, o sea unas 3,318,500 hectáreas, de las que 1,567,000 ha eran estuarinas costeras y 1,280,782 hectáreas continentales, ello sin tomar en cuenta áreas como manglares, ribereñas, arrecifales y artificiales. Sin embargo, por diversas razones ligadas al desarrollo la tendencia fue a su desaparición. Se estima que hemos perdido al menos 35% de los manglares.
Hay que resaltar que los humedales proporcionan gran variedad de bienes, servicios y funciones, tales como: mantenimiento de procesos naturales, biodiversidad en flora y fauna, y agua y recursos para la sociedad. Son buenos ambientes para la captura de bióxido de carbono que influye en el efecto invernadero. Infiltran y recargan los mantos freáticos, protegen contra fenómenos naturales y estabilizan el microclima local.
En el caso de los costeros, reducen el impacto de las olas, corrientes marinas, e incluso huracanes. Ayudan a controlar las inundaciones y aportan recursos pesqueros, madera, y sedimentos ricos en materia orgánica para la agricultura. Por su capacidad de filtrar y absorber contaminantes, se les considera los “riñones” de la tierra.
Gran parte de los desarrollos turísticos utilizan a los humedales como principal atractivo.
Dado que México está inscrito en la Convención Ramsar
para sitios de humedales de importancia internacional, ello implica respetar y aplicar normas, políticas y actividades de conservación, y dentro de este compromiso el país debe formular planes de uso racional de los humedales.
Sin embargo, y pese a todo ello, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) sigue otorgando permisos para deforestar estos manglares pese a que el Instituto Nacional de Ecología alerta que para 2050 tendremos sólo la mitad de los manglares que tenemos ahora. Actualmente tenemos aproximadamente 655 mil hectáreas, de las cuales estamos perdiendo 2.5 por ciento anual.
Y es que ahora, con la construcción de una Terminal de Gas Natural Licuado o regasificadora en los humedales de la Laguna de Coyutlán, Colima, se pone en riesgo un humedal con implicaciones desastrosas.
Al respecto, hay que precisar que la laguna de Cuyutlán representa el 90% de los humedales del estado de Colima, es el cuarto humedal costero más grande del país y el más grande en una distancia de las Marismas Nacionales en Nayarit hasta el centro de Guerrero. Según el último inventario de la Comisión Nacional de Uso y Aprovechamiento de la Biodiversidad (CONABIO), cuenta con 1,500 hectáreas de manglar que representan el 23% de los manglares de Jalisco, Colima y Michoacán y fue propuesta para ser considerada como Región Prioritaria de Manglares. De acuerdo a la misma CONABIO está registrada como una Región Marina Prioritaria, una Región Hidrológica Prioritaria y una Región Prioritaria para la Investigación Biológica, así mismo es una zona prioritaria de conservación de aves migratorias que vienen desde Estados Unidos y Canadá.
Incluso, el Atlas Mexicano de Aves Playeras derivado del Acuerdo Tripartita entre Canadá, Estados Unidos y México, resuelve que la Laguna de Cuyutlán es el segundo sitio más importante de 98 incluidos en el monitoreo realizado en la mitad sureña de la costa mexicana y se ubica en el primer lugar en cuanto al número de Candelero Americano, himantopus mexicanus, y el cuarto lugar en el número de Avoceto Americano, recurvirostra americanus. Asimismo, es el único humedal costero grande en una distancia de aproximadamente 1,150 km desde las marismas nacionales en Nayarit hasta el centro de Guerrero.
No obstante de esta riqueza natural, se está construyendo una regasificadora en los humedales de la Laguna de Cuyutlán.
Y esta situación se agrava por la destrucción de 98.05 hectáreas de humedales entre ellas 30 hectáreas de manglares en la Laguna de San Pedrito a causa de las obras de ampliación del puerto de Manzanillo, Colima, en las que solo se trata de beneficiar a las empresas Stevedoring Services of America (SSA) y a la compañía Mexicana de Dragados (Dragamex), proyecto impulsado por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
En este sentido, la Laguna de Cuyutlán -el principal humedal costero del estado de Colima, y punto estratégico a nivel local, regional y mundial, para la conservación de la biodiversidad- se encuentra bajo la inminente amenaza de ecocidio.
Recordemos que el 15 de julio del 2008 el titular del Ejecutivo Federal, junto con el gobernador de la entidad, Jesús Silverio Cavazos Ceballos, el entonces Presidente Municipal de Manzanillo, Virgilio Mendoza Amezcua, así como directivos del consorcio Terminal KMS de GNL, S. de R. L. de C. V, anunciaron el inició de las obras de la Terminal de Almacenamiento y Regasificación de Gas Natural Licuado de Manzanillo (TGNLM).
Según la Comisión Federal de Electricidad (CFE), dicha Terminal permitirá el manejo de hasta 500 millones de pies cúbicos diarios de gas natural licuado a partir de 2011 y durante 20 años, con lo cual se garantiza el abasto de este combustible para la generación eléctrica.
En aquél entonces, la Presidencia de la República indicó que la terminal de almacenamiento y regasificación de Manzanillo es un proyecto estratégico con una inversión de 700 millones de dólares y la creación de 1,500 empleos.Por su parte, CFE resaltó que el proyecto de la Terminal forma parte del Plan Nacional de Infraestructura y es una pieza clave para garantizar el servicio eléctrico a largo plazo en el occidente del país, ya que el proyecto permitirá el abasto de gas natural a futuro para las centrales eléctricas de la zona y para las que se construirán más adelante, lo que brinda la seguridad de disponer del suministro de este energético para garantizar la generación de electricidad en la región.
Según la CFE, el gas natural que se almacenará y regasificará en la planta será suministrado desde Perú en una cantidad de 500 millones de pies cúbicos diarios a partir de 2011, con un precio contratado entre los más bajos del mundo, lo que representará para la CFE un ahorro de 230 millones de dólares anuales.
La Terminal de Almacenamiento y Regasificación de Gas Natural Licuado de Manzanillo (TGNLM) es un proyecto de infraestructura que consta de varios proyectos: el servicio de compra de gas natural licuado entregado en puerto; el puerto para los buques tanque; la terminal de regasificación; la conversión y repotenciación de la termoeléctrica de Manzanillo; el desarrollo del gasoducto Manzanillo-Guadalajara, que se licitará próximamente; la construcción de dos nuevas centrales eléctricas de ciclo combinado en Guadalajara; y la red eléctrica asociada.Dicha Regasificadora está siendo construida por el consorcio Terminal KMS de GNL, integrado por las empresas Mitsui, KOGAS y Samsung, que ganó la licitación pública internacional respectiva.
En el momento del inicio de la obras de la regasificadora, la CFE afirmó que “el proyecto tendrá diversos beneficios para el medio ambiente de la región, ya que permitirá una operación más limpia que se traducirá en la mejora sustancial de la calidad del aire en la zona de Manzanillo y, con ello, mejores condiciones para potenciar la industria turística local. Asimismo, se desarrollarán diversos proyectos asociados con el fin de contribuir a preservar y mejorar el medio ambiente en beneficio de la comunidad, enfocados al rescate, preservación y reforestación del mangle blanco y rojo de la Laguna de Cuyutlán, que permitirá la preservación y mejoramiento de la biodiversidad de este cuerpo de agua”.
Sin embargo, la CFE admitió desde un inicio del proyecto que existen riesgos en el proyecto de la terminal.
Y es que desde 2007, en el Estudio de Riesgo Ambiental entregado a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la paraestatal mencionó que hay dos eventos de riesgo producidos en la planta de almacenamiento de gas LP perteneciente a la empresa Zeta Gas del Pacífico S.A. de C.V. que pueden dañar las instalaciones del proyecto, hasta el canal de Tepalcates.
Entre los probables daños considerados se encuentra el hecho de que el gasoducto puede sufrir una “desalineación, fractura o cambios forzados de dirección”, aunque en el estudio no se menciona la probable afectación a los vaporizadores o a los tanques de almacenamiento.
Ante ello, la Semarnat, solicitó a la CFE describir los daños que se puedan presentar en las instalaciones del proyecto de la TGNL derivados de los eventos en la planta de Zeta Gas del Pacífico y viceversa, así como las consecuencias de los eventos resultantes.
Lo más grave del asunto, es que pese a la violación a las disposiciones ambientales que protegen a los manglares, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) autorizó el proyecto de Regasificadora en la laguna de Cuyutlán, Colima, con lo que alrededor de mil 500 hectáreas de esa vegetación están en peligro, así como especies endémicas en riesgo de extinción.
Asimismo, la manifestación de impacto ambiental (MIA) de la Regasificadora, se autorizó en medio de irregularidades, como la adecuación del Programa Regional de Ordenamiento Ecológico Territorial de la Subcuenca de la Laguna de Cuyutlán para que ese plan pudiera realizarse. Por ejemplo, la MIA no consideró la NOM 022 Semarnat que establece las especificaciones para la preservación, conservación y restauración de humedales costeros y zona manglar.
De este modo se vulneró el artículo 60 Ter de la Ley General de Vida Silvestre, que prohíbe la tala de manglar, el relleno y la modificación del flujo hidrológico en zonas de manglar
Lamentablemente, para que la Semarnat aprobara este plan, el gobierno estatal de Colima modificó, sin sustento técnico jurídico, el Programa Regional de Ordenamiento Ecológico Territorial de la Subcuenca de la Laguna de Cuyutlán para que se cambiara el uso de suelo con políticas de conservación a industrial de alto impacto y riesgo.
Así, el proyecto plantea la destrucción de ocho hectáreas de manglar, aunque las mil 500 hectáreas de esa vegetación en Cuyutlán están en riesgo con la apertura del canal de Tepalcates a 400 m de ancho y un dragado de 16 m de profundidad para la operación de esa planta y la termoeléctrica que ya funciona en la misma laguna. En la zona anidan tres especies de tortugas marinas y se encuentran especies en peligro como las iguanas verdes y negras, cocodrilos y aves migratorias todos enlistados en la NOM-059-SEMARNAT-2001.
La justificación que dan tanto la CFE como las autoridades municipales, estatales y federales es que este proyecto traerá grandes beneficios ambientales para la Laguna. Sin embargo la SEMARNAT no cuenta con los estudios necesarios para garantizar que no habrá daño al ecosistema y hace caso omiso de las opiniones de investigadores expertos que han trabajado en la zona y afirman que el daño será irreversible.
Hay que advertir que la Regasificadora se encuentra sobre nueve unidades de gestión ambiental en las que sólo se permiten actividades de turismo de bajo impacto, pecuario, acuacultura y agricultura, además de que en la mayoría de ellas se establecen políticas de protección, conservación y restauración por la existencia en algunos casos de dunas costeras y sitios de desove de tortugas marinas.
Además dentro de las prohibiciones que marca el Programa de Ordenamiento Ecológico Territorial de la Subcuenca de la Laguna de Cuyutlán se encuentran, entre otras, deforestar, destruir, desecar o rellenar humedales, manglares, esteros o pantanos; modificar la línea de costa o modificar de alguna forma playas arenosas o rocosas y dunas costeras; realizar actividades de dragado o de cualquier otra naturaleza que generen la suspensión de sedimentos o provoquen áreas con aguas fangosas o limosas dentro del área protegida o en zonas aledañas, sin antes haber realizado estudios técnicos pertinentes, así como instalar plataformas o infraestructura de cualquier otra índole.
Ante ello, desde entonces grupos ecologistas se han opuesto a la construcción de la Regasificadora.
Así, el 24 de mayo de 2007, Bios Iguana A.C. junto con residentes de Manzanillo, interpusieron un recurso de nulidad del Decreto por el que se reforma el Programa Regional de Ordenamiento Ecológico Territorial de la Subcuenca Laguna de Cuyutlán, publicado en el Periódico Oficial “El Estado del Colima”, el día 3 de mayo de 2007 ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo de Colima, ya que fue modificado por el gobernador Silverio Cavazos Ceballos con la intención de beneficiar a la Regasificadora, sin contar con una justificación técnica ni jurídica para ello.
Sin embargo, ya han pasado más de dos años sin que dicho tribunal emita sentencia. La dilación procesal de dicho órgano jurisdiccional incumple con el principio constitucional de impartir justicia pronta y expedita y retraza el proceso de acudir a instancias superiores mientras el daño causado al ecosistema lagunar avanza.
Actualmente en el tribunal se nombró a un perito en discordia, con el fin de que el Tribunal Contencioso pueda emitir una resolución, ya que los peritajes de las partes demandadas y demandantes discreparon con relación al cambio de uso de suelo para la Regasificadora”.
De esta forma, el gobierno municipal, con la anuencia del gobierno de la entidad, modificó de manera ilegal el Programa de Desarrollo Urbano y posteriormente el gobierno del estado modificó, también ilegalmente, el Programa de Ordenamiento Ecológico Territorial que regulaba los usos de suelo con políticas de protección, conservación y restauración, decretado en 2003, a un año y medio de su aprobación, fue modificado sin ningún sustento técnico ni jurídico, quedando como uso industrial de alto impacto y riesgo, para beneficiar a la CFE en la instalación de la Regasificadora y la potencial instalación del Puerto II de Manzanillo; de lo que resultará un proceso de impactos acumulativos que deteriorarán irreversiblemente la totalidad del humedal costero.
Debo agregar finalmente que, Bios Iguana A.C., organización ambientalista de la entidad, emprendió acciones legales para evitar el deterioro medioambiental y el ecocidio de la región, para lo cual ha interpuesto:
a) Juicio de Nulidad de la Modificación al Ordenamiento Ecológico Territorial de la Subcuenca de la Laguna de Cuyutlan (OETSLC), ante el Tribunal Contencioso Administrativo del Estado;
b) Demandas penales contra 2 cabildos del Ayutamiento de Manzanillo (26 autoridades incluyendo 2 presidentes municipales) ante la PGJE por la modificación al Programa de Desarrollo Urbano para beneficiar los 2 proyectos Z Gas y Regasificadora;
c) Demanda penal contra Gobernador del Estado y tres funcionarios mas por la modificación al OETSLC ante la Procuraduría General del Estado;
d) Amparo por la autorización del proyecto Regasificadora;
e) Recursos de Revision de las Autorizaciones de los proyectos Z Gas del Pacifico y Regasificadora ante la SEMARNAT;
f) Amparo por silencio de la SEMARNAT a los recursos de revisión;
g) Amparo por inicio de construcción de la Regasificadora (primera piedra puesta por el Presidente de la Republica;
h) Amparo contra la PGJE por no iniciar la averiguación contra el gobernador del estado y otros funcionarios a un año de haberse interpuesto;
i) Denuncias penales contra ocho autoridades federales por la autorización del proyecto TGNLM, ante la PGR por delitos ambientales y delitos de los servidores públicos;
j) Denuncias contra seis autoridades federales ante la Secretaria de la Función Pública;
k) Denuncia ante la Comisión de Cooperación Ambiental para América del Norte, y
l) Denuncias penales ante la PGJE contra autoridades federales, la CFE y la empresa KMS, la Subprocuradora Jurídica de Profepa, Directivos de la Semarnat por relleno de la laguna.
Debo advertir que los recursos administrativos y jurisdiccionales interpuestos aún no se resuelven por la autoridad competente. Algunos de los recursos tienen más de cuatro años de presentación.
Por lo anterior, con fundamento en el artículo 58 del Reglamento para el Gobierno Interior del Congreso General de los Estados Unidos Mexicanos, someto a la consideración de esta Soberanía, la siguiente Proposición con
PUNTO DE ACUERDO
Único.- El Senado de la República acuerda:
a) Exhortar al titular del Ejecutivo Federal, para que ordene la interrupción de las obras de construcción de la Terminal de Almacenamiento y Regasificación de Gas Natural Licuado de Manzanillo, Colima, en tanto se resuelven de manera definitiva los procedimientos administrativos y jurisdiccionales que se han iniciado con motivo de la afectación medioambiental en la zona de Subcuenca Laguna de Cuyutlán de Manzanillo, Colima.
b) Solicitar a los titulares de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, de la Comisión Federal de Electricidad y de la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente, remitan a esta Soberanía información completa y pormenorizada sobre la afectación, así como las acciones de mitigación, de carácter medioambiental a la región de la Laguna de Cuyutlán, a causa de la construcción de la Terminal de Almacenamiento y Regasificación de Gas Natural Licuado de Manzanillo, Colima.
c) Solicitar al Presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, inicie una investigación por la presunta violación de los derechos humanos de los habitantes de la región que incluye la Subcuenca de la laguna de Cuyutlán, al alterarse considerablemente el sistema ecológico y dañar gravemente el medio ambiente, así como el desplazamiento de cientos de familias de pescadores y salineros que dependen de la Laguna, a causa de la construcción de la Terminal de Almacenamiento y Regasificación de Gas Natural Licuado de Manzanillo, Colima.
d) Exhortar al Tribunal de lo Contencioso Administrativo de Colima, para que de conformidad a lo que prescribe el segundo párrafo del artículo 17 de la Constitución Federal, relativo a la impartición de justicia pronta y expedita de la justicia, resuelva el recurso de nulidad del Decreto por el que se reforma el Programa Regional de Ordenamiento Ecológico Territorial de la Subcuenca de Laguna de Cuyutlán, interpuesto en tal órgano jurisdiccional, el 3 de mayo de 2007.
e) Integrar una Subcomisión en el seno de la Comisión de Medio Ambiente para que visite la zona, conozca sobre las preocupaciones y quejas de la sociedad civil y dé seguimiento a las obras de la construcción de la Terminal de Almacenamiento y Regasificación de Gas Natural Licuado de Manzanillo, Colima, a efecto de conocer el impacto ambiental de la región por dicha obra.
SUSCRIBE
SEN. JOSÉ LUIS MÁXIMO GARCÍA ZALVIDEA
SEN. CARLOS SOTELO GARCÍA
SEN. SILVANO AUREOLES CONEJO
SEN. JESÚS GARIBAY GARCÍA
SEN. RUBÉN VELÁZQUEZ LÓPEZ
SEN. JOSÉ GUADARRAMA MÁRQUEZ